La música, enamoramiento a los primeros compases
Escrito por Adán Sandoval , Publicado en Hipertexto- Leído 1539 Veces
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La música me conquistó, lo tengo que decir: mi papá me llevó a la fuerza, lo he comentado en algunas ocasiones, me forzó a tomar clases de música, no quería, tenía ganas de hacer otras actividades propias de los niños, salir a jugar, ir a las famosas ‘maquinitas’. Pero mi padre no cedió, y poco a poco la música empezó a maravillarme con su hechizante lenguaje.
Gerson Galicia Zárate es originario de Huajuapan de León, se acerca cada vez más a las cuatro décadas (37 años) y la música es parte ineludible e imprescindible en su vida.
“Creo que apenas logro, comprender por qué me dediqué a la música, fue un enamoramiento que se dio poco a poco, de manera paulatina, ¿sabes?--lo dice en tono reflexivo-- las condiciones en Oaxaca para estudiar música, eran muy precarias, si queremos decirlo así, no había muchos maestros. Por eso me considero en un momento de mi vida como autodidacta”.
Sin mentor que lo guiara descubre los encantos del arte musical, es, tal vez, cuando decide dedicarse a la música en esos instantes empieza crear, entonces es cuando se da el enamoramiento total.
La música como en toda profesión, vocación hay que darle tiempo, espacio y si proseguimos con esa analogía del enamoramiento ¿la música que tan celosa llega a ser? a lo que el Maestro Gerson responde sin dudar: ¡Muchísimo!; y ¿cómo convives con esos celos?
“La música como en cualquier arte, requiere de mucho tiempo, señala Galicia Zárate, tienes que invertir muchísimo tiempo, sobre todo para poder hacer algo de mediana o alta calidad; sacrificas muchas cosas, las fiestas con la familia, con los amigos”.
En la época de aprendizaje, Gerson Galicia estudiaba muy duro, hasta que encontró en su actividad musical, lo que le gusta hacer: aprendió a administrar los tiempos. “Esto me hace sentirme más completo, por lo que puedo sobrellevar mi profesión, como un ser humano normal: la familia, los hijos y todo esto”.
Llegó el momento en que se tiene a una relación madura con la música, antes te exigía, te ‘quitaba tiempo’, pero ahora ya todo es ‘normal’, “sí, sí, sí!, me absorbía mucho como estudiante, practicaba aproximadamente 8 horas diarias, había semanas que eran 10 horas al día, la razón: estudie composición musical, piano, clarinete; era ‘inquieto’, me adentre más, varios años después, cuando estuve en el Conservatorio de Música del Estado de México, fue el periodo de mi vida que le dediqué más tiempo a la música.
¿El músico es oído-sentimiento o es más disciplina-ejecución? A lo que Gerson Galicia Zárate señala enfáticamente: “Considero que es más la segunda, y no sólo el músico. El artista debe ser muy disciplinado. Hace 20 años, la imagen del músico era: vas a ser borracho, mujeriego; te decían: te vas a morir de hambre. Más o menos por ahí iba el sentido de alguien que se iba a dedicar a la música”.
Indudablemente en la música, para hacerla bien te tienes que disciplinar, tienes que leer mucho, saber historia del arte, perfeccionar tú técnica, tienes que llenarte de muchos conocimientos para poder plasmarlo en un nivel de calidad más alto, obviamente, la práctica y el estudio nunca se termina, por ejemplo siento que estoy en una etapa que necesito volver a crecer, a prepararme más.
Parece que en la música ya se ha inventado todo o compuesto todo, pero ¿sigue habiendo innovaciones? “Pienso, es como en física la ley de conservación de la materia: ‘la materia no se crea ni se destruye sólo se transforma’, la música se transforma, salen otros sonidos, no se han ido los 12 sonidos que integran el primer sistema tonal, en ese sentido considero que la música se transforma. Depende del músico, del compositor, es como se crean cosas nuevas y novedosas.
En estos avatares musicales hay quien estudia y quien es lirico, para ello Gerson Galicia Zárate nos ayuda en hacer una diferenciación entre la música académica, la de los grandes compositores, con la música popular, “la música popular es una música más espontánea, viene de la tradición oral, se transmite de generación en generación; la música académica está basada en el estudio y poco a poco en las técnicas de ejecución, todo esto organiza una nueva música, es como una receta.
Y para comprender mejor las cosas el Maestro Zárate Galicia utiliza la siguiente analogía: es como el pozole, que es muy rico y todos los comemos, no lo podemos comparar con un platillo de la alta gastronomía, entonces son dos cosas muy distintas, pero ambas tienen un gran valor. Una porque es la esencia del pueblo, de mucha gente de su espontaneidad y la otra es el resultado del estudio constante de la misma historia del arte.
La espontaneidad y la disciplina puede denotarse de cómo se interpreta algún instrumento o pieza musical en diferentes regiones, es decir: no es la misma interpretación de la gente de la costa, que de la sierra, que una gente nacida en Inglaterra que una persona nacida en Cuba, ¿se nota? “¡Sí!, si se nota, ¡cómo no! Y esto va más ligado también al contexto cultural a la misma personalidad; no es el mismo temperamento de los mixtecos que el de los costeños, esto está muy emparentado con la definición de la música, que es un lenguaje.
Así como hablan allá su música tiene esa tendencia, son modos de expresar o de expresión –al final de cuentas--, quienes son de regiones muy alegres su música va sonar a eso, con mucha alegría, muy fuerte; aquí los mixtecos somos más nostálgicos.
Esa es la característica del mixteco en relación a su creación musical, la nostalgia ¿qué más? “Yo he visto del Maestro Antonio Martínez Corro, del Maestro José López Alavez, mucha nostalgia, son bastante románticos, se dirigen hacia esas emociones; sí hay música de algarabía, pero es más como hablar del pueblo, el mixteco cuenta las historias de lo que vive, hace sus signos a sus pueblos, busca ese arraigo con la tierra, no digo que en otras partes no, pero lo vemos plasmado por ejemplo en la canción de José López Alavez, la mítica Canción Mixteca.
En 1998 Gerson Galicia Zárate fue director de la Banda “José López Alavez” y ahí acompañó en el primer homenaje post morten a José López Alavez que se realizó en Coyoacán, en donde cantó Lila Downs ¿a ella como la defines o percibes? “Lila es una artista muy talentosa, una de las grandes que ya va a quedar dentro de la historia, orgullosamente oaxaqueña y orgullosamente mixteca, ella ha rebasado en cuestión de difusión lo que algún mixteco haya podido hacer.
¿Te gustan todos esos ensambles, fusiones que ella hace? Hay cosas que me agradan y otras que por gusto no las escucho, la conozco, sé de su potencial, entiendo que tienes que seguir una carrera, tienes que tomar una vertiente, es una constante búsqueda: ¿qué quieres?, ¿qué quieres expresar? y ¿cómo quieres dirigir tu carrera?
Me acuerdo lo que me decía un maestro de composición, preocúpate por hacerlo bien, porque te pueden decir que no les gusta, pero es muy complicado si te dicen que está mal hecho, entonces ese aspecto es importante y me baso en esa premisa, toda la música en los diferentes géneros la hay buena y mala, en todos los estilos y géneros.
Lila Downs es una figura consagrada, pero los niños ¿cómo interpretan la música?, ¿cómo la sienten?, ¿cómo la viven? Los niños son muy perceptivos, lo veo acá en la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca, los niños de Huajuapan son comprometidos con la música. Eso es una grata sorpresa para mí y los maestros que vienen de fuera, es algo que ya se tiene, por lo que solo hay que moldear esas aptitudes.
¿Se educa el oído en casa o nada tiene que ver con la academia? ¡Si se educa, cómo no! La música… todas las expresiones artísticas; los primeros que tienen que preocuparse por conocer el arte son los papás y de ahí ya empezar a plasmarle un camino a ellos, en mis clases que doy en la Secundaria Benito Juárez, siempre les digo a mis alumnos: les regalaron la música, muchos padres al hijo antes de nacer les hablaban, les ponían música; el primer sentido que se desarrolla es el oído, es medio de comunicación muy fuerte y es el primero que se nos va.
La música hace magia. Y sugiere: Si hay educación del oído en casa, que limiten los géneros con fines comerciales, que su mensaje es vano. El arte cuida la estética, el arte va de la mano de la belleza, hasta en las letras, en los textos se ve, la música no es la excepción.
Maestro, músico una persona normal entonces ¿qué género musical escuchas, cuál te hace sentir bien, es música de cámara, cuerdas o un grupo de rock? Yo escuchó de todo, hay otros que los evito, ¿cuál? “El reggeton no he escuchado una sola pieza completa de manera consciente. No escuchó demasiado corridos, sobre todo los actuales que solo incitan a la violencia. No escuchó un rock muy agresivo, no va conmigo, disfruto de todo, trató de encontrarle un por qué y que me identifique porque también sería pérdida de tiempo, en estos momentos el tiempo es una de las cosas que más valoro, si me siento para escuchar algo es porque lo voy a disfrutar. Y en algunas ocasiones es porque voy a aprender.
Con tus alumnos si alguien llega con gustos “extravagantes” en relación a la música que tú enseñas, ¿cómo enfrentas esa situación? Tiene que haber libertad, la música la tienes que hacer con libertad, los conocimientos –obviamente--, está la música académica, no concuerdo con los radicalismos, yo soy más bien ecléctico1, que en algún momento se pueda disfrutar de todo, sin ningún tabú no me voy a volver peor músico si escuchó una chilena2.
Por ejemplo tenemos a la agrupación Noesis que hace chilenas a ritmo de rock, ¿si aporta Noesis? Ya toqué con ellos, y lo hice porque al final de cuentas tenemos que llegarle a un público y hacer que volteen a ver a su música en la forma que ellos quieren.
Cuando tocaron con la Banda Mixe ya sonaban como una “big band” ¿te gustan todo ese tipo de fusiones? Lo reitero soy muy libre en ese sentido, yo puedo convivir con un guitarrista que no fue a la escuela, pero si él lo hace con entrega, es válido, el arte de la música es humano, al final de cuentas, como expresión del ser humano tenemos que entenderla con esa diversidad que poseemos, pensamos diferente, nos gusta las cosas distintas, algunos el amarillo a otros el rojo, yo soy de esa postura de entender que la música tiene que ser practicada con mucha libertad.
Con 37 años de edad has logrado que la música se convierta en el hilo conductor de tu vida, cómo se lo compartes a tu esposa, a tus hijos. El Maestro Galicia Zárate toma ritmo y nos dice:
“Mi esposa sabe música, ella fue mi compañera de saxofón, desde los 12 años la conozco, tocábamos juntos, ahora mi hijo que tiene 8 años también lo toca, ella me apoya mucho, mi hijo poco a poco se va adentrando a la música, le doy mucha libertad, no lo obligo a estudiar tantas horas, él la tendrá que descubrir, la escucha en casa y ve que todo el tiempo estoy metido en la música.
Fue un comienzo a la fuerza, fue una relación amor-odio, pero al finalmente se llega a la sublimación ¿en qué instante empiezas a crear? Empiezo a hacer instrumentaciones por necesidad, fui integrante de la Banda “Los Faisanes”, nos íbamos a quedar sin maestro, no había quien nos enseñara, ya teníamos un nivel en donde podíamos tocar piezas musicales, lo que era complicado era conseguir las partituras, entonces asumí esa responsabilidad.
Fue un acto de responsabilidad, dije yo puedo; no creo que sea muy difícil hacer las instrumentaciones, realmente sin darme cuenta tenía un archivo con muchas piezas musicales hechas, desde 1994, cuando tenía aproximadamente 14 o 15 años empecé a hacer eso, unos años después entré al curso propedéutico en la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM), ahí me di cuenta que no… que ésta cercanía de manera breve con la música me llevó a descubrir mi camino, ya estaba en él, era cuestión de hacerlo más consciente y continuar.
¿Qué tanto te transformó la música? ¡Muchísimo!, con música o por la música, con la música crecí en mi casa, mi papá ensayaba el trombón y yo todas las tardes lo veía feliz, él todavía sigue estudiando el trombón; mi madre hasta donde yo sé estudió un poco violín, la música me fue dando muchas cosas; tengo amigos a través de la música, tengo muchas satisfacciones como ser humano a través de la música.
Yo creo que eso es lo que me hace seguir, porque esta carrera es muy fuerte, es dura de llevar; pero las satisfacciones, las amistades, las experiencias que te da son inolvidables, sobre todo te reconfortan, hacen muy llevadera la vida, que para mí no es un trabajo, para mí es un placer estar haciendo música.
Era 1998 cuando fue director de la Banda “José López Alavez”, que tocaron en el primer homenaje post morten a José López Alavez en Coyoacán, donde cantó Lila Downs, estudiar música en Huajuapan y en general en Oaxaca es complicado, por lo que se fue a estudiar al Conservatorio del Estado de México, ¿Qué tan difícil fue esa transición, que al final son dos realidades y mundos distintos? “Ya tenía un poco de reconocimiento a nivel local, empecé a sentir la necesidad de estudiar, me di cuenta de muchas cosas de todo lo que carecemos en cuestión del arte, pero también entendí cuando tienes ganas en donde quieras que estés puedes lograr las cosas”, señala Gerson Galicia.
En el periodo que estuvo al frente de la Banda en Huajuapan escribió alrededor de 300 instrumentaciones, que son prácticamente arreglos para bandas, entonces este ejercicio que hizo de escribir le dio muchas tablas para cuando llegó al Conservatorio.
A nivel experiencia se encontró con niños de 12 años que tocaban muy bien, convivió con maestros rusos, que poseen otra mentalidad, empezó a comprender que el mundo es muy diverso y la música logra a conectar con muchas personas.
En el Conservatorio conviviste con personas de menor edad, de otro país inclusive, había comunicación a través de la música. Efectivamente, tengo la satisfacción de haber alcanzado las más altas plazas del Conservatorio, fui maestro titular de composición, tenía 32 o 33 años, fue importante para mi carrera haber logrado ese puesto, en la música es uno de mis mayores logros académicos.
Pero mi más grande triunfo es todos los días, ver que un niño mejora, que está entusiasmado, cada quien tiene una misión, yo ya encontré la mía, a mí no me causa ningún problema el haber tocado con muy buenos músicos, convivir con gente de los pueblos, mantengo mucho contacto con los pueblos, lo necesito para estar en equilibrio y no olvidarme de cómo surgí.
La música en Huajuapan, en Oaxaca ¿qué tanta dimensión tiene fuera del Estado y fuera del país? Yo pienso que los últimos años ha tomado auge, veo más niños y lo notó en eso, los veo con más estuches de instrumentos, los veo más interesados en la música, un claro ejemplo es la “Orquesta Esperanza Azteca” que la integran 262 niños que transforman sus vidas; se ha logrado interpretar un repertorio que jamás se había tocado aquí en Huajuapan, extractos de la Novena Sinfonía de Beethoven, música de Hendel, de compositores universales muy importantes, sonidos de orquesta sinfónica hechos por niños de Huajuapan, eso nos hace sentir que hay un cambio.
Un cambio que inclusive rebasa la estructura con la cual se cuenta en Huajuapan, porque no tenemos un auditorio, no tenemos espacios culturales que después sigan aportando y dando una opción más a estos niños.
Director de la Banda Municipal “José López Alavez”, ¿el nombre de José López Alavez qué tanto pesa? Él es nuestra gloria máxima de la música en Huajuapan ¿Estando al frente qué tanto significa? Para mí, haber estado al frente en 1998, fué un reto convencer a la gente, el nombre tal vez no lo dimensionaba. Cuando regreso en 2009 y vuelvo a hacerme director de la Banda Municipal, ya egresado del Conservatorio y tras haber estudiado ahí historia del arte, me di cuenta del nacionalismo, supe que José López Alavez participó en un concurso en donde Manuel M. Ponce fue jurado, todo esto indudablemente me ayudó a valorar la figura del Maestro, el compromiso fue mayor, pienso que la “Banda José López Alavez” deber ser una institución que debe preservarse siempre.
¿Qué tanto estás de acuerdo en exaltar el nacionalismo y el folclorismo en el ámbito musical? No es malo, pero existen otras alternativas, es evidente que a los mexicanos no nos interesa nuestro país, a través de la música provocamos que los muchachos se preocupen por lo que pasa, primero habrá que cambiar uno para modificar las cosas. El nacionalismo no es sólo decir: quiero mucho a México y toco el “Son de la negra” o toco una canción de Manuel M. Ponce, procuro que en mis acciones se refleje lo que digo, que exista congruencia.
Creo en el nacionalismo como idea que ayuda a los pueblos a mostrarse, como ocurrió en Europa lo hizo Zoltán Kodaly, Béla Bartók, grandes compositores que fueron a los pueblos y que elevaron a un arte todos esos elementos, yo desde ese punto le encuentro un valor al nacionalismo, no creo en un “nacionalismo rebelde” y ya, tiene que ser un nacionalismo basado en el conocimiento, sobre todo en el compromiso y la congruencia.
¿Existe una revolución en la música actualmente? Sí, en todos lados, podemos decir que hay un momento de vanguardia que lo viven los niños en Huajuapan con la incursión de la Orquesta Esperanza Azteca, en Oaxaca, en México en el mundo, la música contemporánea siempre está en la creación de nuevas cosas, en ese sentido para modificar y transformar eso es lo que yo percibo.
Con el paso del tiempo, con estudios musicales, al tener una radiografía de la música, de cualquier género, logras disfrutarla, estás al pendiente de las equivocaciones, señalar me gustó esta parte por tal o cual cosa, ¿logras disfrutar de la música? Lo tienes que lograr, esa es una de las metas, cuando llegas a ese nivel, es porque estás comprendiendo. Es reflejo de conocimiento de toda una vida, de entender la música. Cuando lo logras, con todo el conocimiento lo disfrutas; es difícil porque la música requiere de cierta perfección, de control de sonido, de control del tiempo, del control de los colores, porque la música también escuchas colores, entonces sentir felicidad es el resultado, es un indicio de que estás haciendo bien las cosas.
¿Y analizas al escuchar a la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, la de México o estás en ese disfrutar? No, en primer lugar estoy consciente a quien voy a escuchar, si es una orquesta de niños no le puedo pedir que toqué como la Orquesta de la OFUNAM; si escucho a una orquesta de un determinado país, no voy a esperar lo que hace la Sinfónica de Berlín.
El primer paso es saber y estar consciente de a quien vas a escuchar y sobre todo, es llegar a entender la esencia del compositor, el mensaje, hay un porqué y para qué en todas las obras musicales de gran valor, entonces cuando escuchas, tienes que descifrar ese mensaje, sobre todo poner una dosis de no demasiado razonamiento, dejar que te envuelva la misma música.
No compagino con aquellos que entran a un concierto viendo los errores que tuvo el músico, eso es lo más sencillo de hacer, lo más difícil es encontrar el mensaje, encontrar la esencia, sobre todo como músico: crecer a través de esas experiencias de la música que escuchas.
¿Qué mensaje le das a los alumnos cuando se acercan por primera vez a clase y cuando ya terminan?, ¿qué convivencia, qué interacción hay, qué retroalimentación? Trató de hacerlos más conscientes con base en los conocimientos, de acuerdo a mis experiencias, lo que la música ha hecho en mí, eso se lo transmito a ellos.
La conciencia a través del conocimiento, de conceptos, en la práctica, en la expresión, que lo ellos traen a través de la música lo comuniquen; cuando entras a estudiar música hay una esencia de comunicación con las demás personas, cuando tu sales de un concierto de una presentación y una persona se acerca y te dice: sabe qué me hizo sentir algo, quién sabe qué es pero lo sentí; es cuando tú dices ¡ah!, ¡lo hice bien!
¿Recuerdas la primera ocasión que te ovacionaron?, ¿cómo lo sentiste?, ¿cuál fue tu sensación? Sin ser petulante han sido muchas… pero antes de eso tuvo que pasar muchos años para que ocurriera, fue un instante de mucha alegría, pensé en mi madre, ella ya no está conmigo y siempre me acompaña; entonces no sentí en absoluto ego lo que lo alimentaba, sentí que se nutría mi espíritu como ser humano, logré una conexión con las personas.
Realmente el aplauso lo veo como un producto de reciprocidad, en ese momento te fusionas con ellos, no comparto la idea que somos músicos para que nos aplauda la gente, que como músicos somos algo especial, ¡no! Hago música para conectar con más personas, ¡Comunicar! Sí, comunicar; eso ya lo entendí y eso hago.
Cuando enseñó busco que los niños cambien, que les sirva la música, como a mí ha servido para ser mejor persona, eso es lo que busco con la música.
Y para terminar esta charla con EnUnClic hagamos este ejercicio con el Maestro Gerson Galicia Zárate, después de ello cerremos los ojos, que tome la batuta y dejémonos transportar por la pieza música que más nos agrade…
Música… Vida
Saxofón… Mi primer amor
Composiciones… El arte más supremo
La canción mixteca… Universal
El huapango de Moncayo… Signo de identidad
Silvestre Revueltas… Orgullo mexicano
Manuel M. Ponce… Precursor de un cambio en el país
José López Alavez… Orgullo mixteco
Huajuapan… La tierra que más quiero
Oaxaca… El estado que más quiero
El piano… Mi segundo amor
¿Y tú esposa?... Es el amor de mi vida.